La historia del afijo Urumea es muy sencilla. Todo comienza cuando con 20 años (1987) decido adquirir un setter para cazar la becada, ya que, con anterioridad cazaba la paloma en paso tradicional. De mozo cazaba con mi padre, que fue el que me inculcó la pasión cinegetica, desde entonces es mi gran pasión, cazar becadas con uno o varios setter.
La base de los setter del Urumea, es que tienen que ser ejemplares de buena genética, pero que demuestren tesón y pasión para aguantar jornadas diarias de caza en los montes tanto del norte peninsular, en las que la orografía y climatología son un factor a tener en cuenta, como en las amplias manchas de Castilla. He de decir que desde bien chico, cuando trabajábamos con ovejas (que siempre estaban en el monte), me apasionaba tener un perro a mi lado y hacerle trabajar, también he de decir que si no hubiese elegido cazar la becada con setter, hubiese elegido ser perrero o rehalero, ya que, no concibo la acción cinegetica sin la compañía de un can.
Deseo que si alguien busca un setter inglés con pasión para la caza y con la belleza que le caracteriza, lo encuentre entre los numerosos criadores tanto profesionales como amateurs que existen.
